Federación de Enseñanza de CCOO de Madrid | 28 marzo 2024.

ASAMBLEA

Seminario completo Paulo Freire

    En la vasta y dilatada obra de Paulo Freire hay una tesis transversal y de raíz: para el conjunto de los oprimidos, bien sea por su condición de clase, cultural o de cualquier otra índole, la educación ha de ser un instrumento de liberación. De todo ello se habla en el homenaje que la Federación de Enseñanza de CCOO de Madrid hace a Paulo Freire en el siguiente seminario.

    14/12/2021.
    Seminario Paulo Freire

    Seminario Paulo Freire

    En el contexto del Estado Español se impulsaron en plena dictadura franquista las Escuelas de Verano de los Movimientos de Renovación Pedagógica. En ese contexto de reflexión, análisis y crítica de un profesorado insatisfecho con su formación inicial y comprometido con el cambio político, se cultivaron espacios horizontales de encuentro e intercambio de saberes y experiencias que iban empoderando al conjunto docente para enfrentarse con las dificultades de su práctica y con las condiciones políticas reguladoras del puesto de trabajo. En ese espacio se producían cierta condiciones deudoras de los postulados y propuestas de Palo Freire sobre el círculo de cultura: la condición de pluralidad y cooperación entre quienes se saben iguales, la condición del diálogo desde la recuperación de la palabra propia, con la que se significan los problemas concretos y se intercambian y regalan los saberes cultivados en la propia experiencia práctica; y la condición de veracidad de la palabra, que se obtiene cuando esta no depende de discursos sustitutorios sino del propio compromiso por problematizar nuestra práctica y avanzar en su tranformación cualitativa (Freire, 2005, 106).

    Una cuarta condición, coincidente con las propuestas de Freire y las de los Movimientos de Renovación Pedagógica tenía que ver con los saberes reclamados y los seres producidos, sobre el sentido y valor de uso del conocimiento profesional práctico del docente. Por un lado, se compartían conocimientos para la mejor realización didáctica dentro del aula y la escuela; conocimientos producidos en la problematización e investigación de las situaciones de aula y escuela. Pero este saber didáctico era inseparable de otro complejo conjunto de saberes que en expresión de Freire serían los generados desde valores de solidaridad, justicia social, denuncia de cualquier tipo de opresión y compromiso con la transformación. El carácter antifranquista implícito en muchas Escuelas de Verano no era casual, era una condición sine quanon del sentido que allí se le atribuía a la formación docente: un maestro o una maestra comprometido con su tiempo y con capacidad para desarrollar estrategias de cambio y transformación social, tanto en su militancia en la calle como en su militancia pedagógica.

    Aunque las Escuelas de Verano sufrieron un cierto declive, son muchos los centros y diferentes los niveles educativos en los que ha quedado impregnada la huella del trabajo militante de los maestros y maestras de la renovación pedagógica. Hay escuelas con gestión democrática, participación de las familias y de la comunidad, con investigación del currículum, sin libros de texto, con evaluaciones que no contribuyan a la selección y discriminación social, con alumnos y alumnas reconocidos como sujetos, que deben mucho a las experiencias impulsadas por los maestros y maestras de los MRP. Hay escuelas “inquietas” que desde esa pedagogía renovadora están impulsando un modo de pensar y de decir que otra sociedad más justa e igualitaria es posible. En otro texto, esta vía alternativa a la alienación profesional del docente la llamé el deseo militante. Me refiero a la voluntad de crear nuestras propias situaciones, de querer tomar nuestras propias decisiones. En la formación docente esto quiere decir que el profesor sabe que su insuficiente formación inicial y la pobreza rutinaria de la práctica debe suplirlas con la búsqueda de otro saber y crea una situación de investigación: una situación que problematiza la práctica y formula preguntas para cuya respuesta se requiere otro proceso de conocimiento. Como se puede imaginar, este es un deseo estrechamente ligado a una búsqueda de identidad –a una redefinición de la identidad colectiva del docente- y por eso mismo debe ser concebido como una práctica política: querer ser profesor conquistando espacios profesionales colonizados por la alienación. Liberando la palabra –la palabra de quien tanto habla- para ponerla al servicio de la subjetividad. (Martínez Bonafe,2010)

    Freire decía que somos caminando y me pregunto ahora que mueve a una maestra o un maestro a acudir, contrariamente al viento de la individualización neoliberal y la pasividad conservadora, a la convocatoria de un círculo de cultura. De nuevo con la ayuda de Freire insisto en la respuesta: el deseo de intercambiar miradas y reflexiones de la experiencia vivida, el deseo de elegir y poner en discusión las temáticas, componiendo la propia agenda de investigación y formación. La voluntad de someter al dialogo público y la reflexión crítica las propias interpretaciones de la experiencia. Y contribuir con la producción textual a una memoria pública que revise el sentido de la educación en el marco de una sociedad justa.